Solemos hablar de libertad de prensa, del acceso a la libre información, de obtener objetividad e imparcialidad de parte de los medios de comunicación. Hablamos de un país donde se fomenta el
pensamiento libre, el derecho a la libre expresión, hablamos de convivencia y de respeto a la vida.
Diariamente, escuchamos sobre la rendición de cuentas (en su mayoría positivas) de parte del gobierno electo hacia quienes lo eligieron y hasta a quienes no lo hicieron. Escuchamos que el
hambre disminuye, el empleo aumenta, la violencia sigue, pero no tan fuerte como en los gobiernos pasados, independientemente del gobierno que esté ejerciendo.
Las cifras al alza sobre construcción de educación, la reducción de las drogas y el buen manejo de los impuestos empleados hacia un mejor futuro. La salud, la educación, la infraestructura,
ninguna es un gran problema. Tanto así, que hay para ayudar a los que no han tenido su misma fortuna de no encontrarse cara a cara con el conflicto armado, la pobreza o la adicción.
Todo esto lo escuchamos en la radio, la televisión y hasta en internet. Sin embargo, escuchamos la opinión negativa de las masas que expresan la poca credibilidad, la poca confianza y el
inconformismo que prevalece en contra de la prensa.
Bien, esta página está enfocada hacia el análisis de la noticia, del medio que lo facilita, el contexto social y por supuesto el acierto en cuanto a imparcialidad y objetividad de la misma.
Analizaremos los cambios de gobierno en Colombia y fijaremos norte hacia la comprensión del funcionamiento del medio. Reuniremos la verdadera opinión de los ciudadanos de Bogotá hacia los
principales canales del país. Así, sin asegurar que somos la verdad total intentaremos alcanzarla y poder saber si es verdad que el medio se arrima al árbol que mejor le acobija.